Es una verdadera lástima que el arte de hacer un buen caldo haya sido abandonado por tantas cocineras y que se hayan pasado al cubito ya preparado.
El caldo de fabricación casera es fácil de preparar; basta con poner unos huesos, carne y hortalizas (o solamente hortalizas, si se prefiere) a cocer a fuego lento hasta que hayan soltado todo su gusto. Una vez colado y enfriado, y tras quitarle todo rastro de grasa, el caldo está ya a punto de usarse como base de innumerables sopas, estofados y sabrosas empanadas. Aparte de las consideraciones culinarias, hacerse el propio caldo significa un ahorra que ningún cocinero puede ignorar.
Son muchos los restos de alimentos (espinas de pescado, huesos de carne, esqueletos de animales de caza y de corral y también mondaduras de verduras) que están esperando convertirse en un delicioso y nutritivo caldo. Tirarlo significa un desperdicio innecesario.
Cuidados esenciales a la hora de preparar un caldo
Sin embargo, el puchero de caldo jamás debe tratarse como un depósito de basuras para las sobras de la cocina. En realidad, se debe dedicar la misma atención al momento de elegir los ingredientes para un caldo, que si se tratara de un estofado. Además también hay que tener en cuenta para que va a utilizarse el caldo. Por ejemplo, los caldos blancos servirán para hacer bechamel, guisados blancos y sopas.
Un sencillo caldo casero puede hacerse a partir de huesos de carne para guisar y de pollo, recortes de tocino, peladuras y tallos de setas y también zanahorias, cebollas y puerros. Un pequeño pedazo de pata de buey o de ternera para estofar añadido al puchero dará cuerpo al líquido y mejorará tanto su sabor como su color.
A un caldo básico bastará con añadirle una pequeña cantidad de sal, porque si no el caldo resultaría desagradablemente salado al reducirse su volumen a consecuencia de la ebullición. El caldo se puede conservar en el refrigerador por alrededor de una semana con la precaución de que este muy bien tapado.
Cuando se decida a preparar un caldo, tenga en cuenta estas recomendaciones:
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No debes añadir al puchero vegetales o salsas ya cocidas.
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No utilices cebollas sin pelar en la preparación del caldo.
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Poner siempre los ingredientes en agua fría y llevarlos lentamente a punto de ebullición y hacerlo cocer a fuego lento y constante
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Eliminar toda la espuma posible antes de que el caldo empiece a burbujear.
¿Eres de los que prepara usando cubos artificiales de sabor o aun apelas a los clásicos caldos? Cuéntanos tus experiencias.
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